La directriz proyectiva que marcó el origen del diseño de este jardín es romper con el entorno tan cuadrado de la universidad. La idea del movimiento, se refleja en un trayecto central curvo en el que el usuario puede observar distintos elementos naturales como la vegetación, dos espejos de agua y distintos tipos de suelo (piedra, grava y cesped).

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Además cuenta con espacios para el descanso de los alumnos entre clases, con una pérgola de madera cuyo juego de sombras hace el recorrido más agradable y con dos caminos laterales rectos para aquellos estudiantes que transitan rápidamente. La vegetación de las jardineras invita a la creación de distintos escenarios para ser observados por los usuarios al interior de los edificios.